lunes, octubre 17, 2005

INEXISTENCIA

El hombre que no existía despertó.
Lentamente, se dirigió hacia ningún sitio.
Nadie le hizo caso.
Cuando llegó, se sentó en el suelo, sin esperar nada.
Pero la mujer que no existía se acercó.
Él la cogió de la mano, y fueron juntos a no hacer nada.
Pasó un tiempo y el hombre y la mujer que no existían se durmieron.
El hombre y la mujer que no existían despertaron.
Lentamente, se dirigieron hacia ningún sitio.
Nadie les hizo caso.
Cuando llegaron, se sentaron en el suelo, sin esperar nada.
Pero el policía que no existía se acercó.
Los cogió de las manos y les colocó las esposas inexistentes.
Pasó el tiempo, y el hombre y la mujer que no existían no necesitaron ser libres,
y no hicieron nada por conseguirlo.

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