lunes, agosto 10, 2009

25 años

¿Por qué conservo el olfato?
¿Por qué aún tengo ojos de gato?
¿Por qué sigo caminando,
por qué aún me ducho cantando?

Si llevo veinticinco años
fumando cual carretero,
¿por qué mi voz se conserva,
por qué no sueno ya a perro?

Me he convertido en un zombi
que arrastra sus pensamientos
esperando que me encuentren
el cáncer de ligamentos.