jueves, marzo 17, 2011

Arrastrador

Un coche ardía hace unos meses bajo mi ventana
la misma que quise usar para suicidarme en 2003
cuando el Huerva se desbordó y todo lo demás

Están reculando mis instintos proxenetas
quizás pronto volveré a decirle al taxista
que pare para vomitar en la acera de Pilatos

Las voces que me hablan a la nuca
ya no repiten tanto su letanía de descuartizamientos
y cada vez juego más a ser el embalsamador

Me rompo las uñas escarbando
para ver si encuentro aliento bajo el estiércol
y vuela una luciérnaga entre la sangre