martes, diciembre 13, 2005

Seis de nueve

Hay un hueco que grita
entre cada uno de mis dedos.
Puedo llenarlos a veces
con la sombra de mis manos.
O cerrando los puños,
pero siempre se abren.
Y los huecos, desesperados,
siguen gritándome.

No hay comentarios: